Blagro

Sentada el el sofá Sofía puede ver las grandes gotas de lluvia ácida que cubren el asfalto, son grandes, majestuosas...
Suele vivir en contra del reloj y atrapada en el séptimo piso escucha la lluvia, ahí es dónde renacen los sueños perdidos.
Al cesar la lluvia las grises nubes despejan sus ideas, las ácidas gotas desahogaron su silencio y por fin las acciones derrotan al miedo oculto en el tubo de cristal.

Contengo la respiración por un momento y la barca sigue ahí, espera por tus sueños y espera por los míos.
Me colma la ansiedad, camino sobre el fango y me inunda la grandeza del mar, la autoridad celestial ofrece redención al profano mortal que ha dejado zarpar la barca, lo cubre con su manto y lo convierte en profeta de este profundo amor.
A la deriva va la barca con tu vida y mi muerte, con mis sueños y tu gloria eterna.